Las personas con discapacidad pueden ser más poderosas de lo que imaginamos, puede que, inocentes de nosotros, creamos que poseen grandes limitaciones, que efectivamente la tienen, pero pueden llegar a sorprendernos la capacidad de adaptación y esfuerzo que pueden tener cada vez que surge un problema y usarlo con un fin maravilloso.
Éste es el caso de la obra que unos seis fotógrafos con discapacidad visual están exponiendo, hasta el 18 de marzo, en el Museo Tiflológico de la ONCE, en Madrid. Una perspectiva única y distinta acerca de la realidad que nos rodea y bajo su particular percepción.
Tras leer el artículo “Enfocar desde las sombras” de Germán R. Páez, en el que recoge los testimonios de algunos de los artistas participantes, y ver cómo trabaja este colectivo, quedamos una vez más sorprendidos de lo capaces que somos para utilizar un obstáculo a nuestro favor. Tener una baja visión permite crear un estilo de fotografías y de arte completamente distinto a lo que cotidianamente podríamos captar. Ahora, imaginémoslo como una discapacidad motriz, por ejemplo, o auditiva, etc. Cualquiera de estas personas podrá solucionar un mismo problema desde nuevos y diferentes ángulos, siempre necesarios en estos tiempos en los que cada día surgen nuevas metas y proyectos.
Comunicación SIL
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